En medio de la polémica uno de los invitados reveló a los medios de comunicación locales que las cajas en cuestión no tenían dentro ningún teléfono inteligente de Apple, sino simplemente dulces.
El entrevistado especificó que regalar dulces a los invitados de una boda es una tradición que manifiesta hospitalidad. Y que el parecido de las cajas con las del iPhone no es más que una casualidad.